Cónclave
No
creo que los creadores de esta película hayan siquiera imaginado lo relevante
que llegaría a ser, acertando justo en la muerte del Papa, eso es tener raja.
Está dotada de actores de renombre, lo que se nota en el peso de la producción.
Este tipo de películas debe tener una solidez específica para ser creíble y no
caer en lo burdo o conspirativo, lo cual es un riesgo si la historia no está
bien construida. Sin embargo, esta película no sigue ese camino, sino que
pretende mostrar cómo realmente funcionan las cosas, tanto en sus aspectos
positivos como negativos.
Los
personajes de Boldemore y Nigel cumplen su rol como ejes principales de la
historia, haciendo que las dos horas pasen rápido. No vuelan, pero logran que
este tipo de películas, donde la acción es más contenida, sean entretenidas. A
medida que los acontecimientos se desarrollan, suceden situaciones que ponen en
evidencia a los miembros del clero, mostrando que, al final, estos wns son
simplemente humanos o peor diría una feminista trasnochada, hombres. A lo largo
de la trama, podemos observar distintos elementos sobre el funcionamiento de un
cónclave y anticipar cómo se desarrollarán los eventos.
La
película presenta una mezcla entre aquellos que realmente creen en Dios,
respetan sus juramentos y se preocupan por los pobres—siguiendo la esencia de
lo que debería ser la Iglesia Católica—y los religiosos de perfil político,
ansiosos de poder, que dejan de lado lo espiritual y que se pasan por el hoyo
toda la teoría que ellos mismos inventaron o esa wea la he visto en otras cosas.
Es
una película recomendable, muy bien actuada, con personajes secundarios que
aportan solidez. En particular, las monjas cumplen su rol de servicio, sin destacar
demasiado. La trama, con la caída de los favoritos y la sospecha de que todo es
parte de una conspiración ideada por el Papa fallecido, la hace intrigante,
casi como un reality. Y lo mejor de todo es el final, que, para mí, fue
totalmente inesperado.
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